Tres horas después de que sus uniformados mataran a un fotoperiodista, el jefe de gobierno porteño defendió la represión en nombre de «la paz».
El precandidato presidencial, jefe de gobierno porteño y jefe político de la Policía de la Ciudiad que este jueves mató al periodista Santiago Molares en el Obelisco, Horacio Rodríguez Larreta, esperó algunas horas pero luego del asesoramiento correspondiente salió a declarar algo tras el caso que sacudió al país.
En un mensaje breve en redes sociales, y mientras sus funcionarios apoyaban de distintas maneras la represión y muerte en el centro porteño, Rodríguez Larreta lanzó un título algo desconcertante para hablar del tema: «Una Argentina en paz y sin miedo».
«Hoy en el marco de una manifestación con incidentes, falleció luego de una descompensación Facundo Molares«, comienza el mensaje del jefe de gobierno, subrayando los «incidentes».
Luego de la introducción, en la que rápidamente dejó «condolencias» para la familia y amigos de Molares, Larreta fue al punto: «Quiero destacar y respaldar completamente el accionar de la Policía de la Ciudad que actuó con profesionalismo conteniendo los hechos de violencia»; escribió sin signos de puntuación y remarcando un «profesionalismo» que no incluyó la reacción rápida ante el paro cardíaco que estaba sufriendo Molares luego de ser avanzado por oficiales de la Policía de la Ciudad.
«En la Ciudad, la violencia es el límite», continuó luego, de forma insólita, casi sin atender que hubo una víctima fatal del accionar policial a quien, hasta la noche de este jueves, no se le había señalado no registrado ningún hecho de violencia en la protesta.
Asimismo, luego de 24 horas en las que Juntos por el Cambio intentó aprovechar lel crimen de Morena en Lanús, Larreta criticó las presuntas «especulaciones políticas como las que estamos viendo» (en relación a las protestas sobre el accionar policial).
Tildó de «inaceptables» los señalamientos a la Policía de CABA y su espacio político.
«Como vengo sosteniendo hace tiempo, tenemos que dejar atrás la violencia, las agresiones y la confrontación», acotó, con un muerto todavía tibio como consecuencia de la represión.
Para el final dejó un eslógan a horas de la veda electoral: «Voy a liderar junto a millones de argentinos ese proceso de una Argentina en paz, donde podamos vivir tranquilos y sin miedo».