«Planes: de 2 millones en el ’83 a cerca de 14 millones en 2024» – Por Raúl Ayala

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Desde el retorno de la democracia en 1983, Argentina ha enfrentado numerosas crisis económicas y sociales que han llevado a sucesivos gobiernos a implementar políticas asistencialistas como medio de contención social y apoyo a los sectores más vulnerables.

Estas políticas han evolucionado y se han adaptado a lo largo de los años, respondiendo a las necesidades cambiantes de la población y a los desafíos económicos impuestos tanto a nivel nacional como internacional.

El Programa Alimentario Nacional (PAN) de Alfonsín

En los años 80, el gobierno de Raúl Alfonsín lanzó el Programa Alimentario Nacional (PAN), un esfuerzo significativo para combatir el hambre y la malnutrición en un país golpeado por la hiperinflación y la deuda externa.

Las cajas del PAN se distribuyeron a más de 2 millones de familias, brindando un alivio crucial en un contexto de grave crisis económica.

Sin embargo, este programa no estuvo exento de críticas, ya que muchos lo vieron como una respuesta insuficiente frente a la magnitud de los problemas estructurales que enfrentaba el país.

Los Planes Trabajar en la era menemista

Durante los años 90, bajo la presidencia de Carlos Menem, Argentina adoptó políticas neoliberales que incluyeron privatizaciones masivas y una apertura económica que llevó al cierre de muchas industrias.

Para mitigar el aumento del desempleo, se implementaron los Planes Trabajar, que en su pico asistieron a aproximadamente 1 millón de personas.

Estos programas ofrecían empleo temporal en proyectos comunitarios a cambio de un salario mínimo.

Aunque brindaron un alivio inmediato a los desempleados, también fueron criticados por su carácter transitorio y la falta de un impacto duradero en la estructura del mercado laboral.

Planes Jefes y Jefas de Hogar tras el estallido de 2001

El colapso económico de 2001 marcó un punto de inflexión en la historia reciente de Argentina. En respuesta a la crisis, el gobierno de Eduardo Duhalde lanzó los Planes Jefes y Jefas de Hogar, que proporcionaron ingresos a más de 2 millones de personas desempleadas, ofreciendo un salvavidas esencial en un momento de desesperación social.
Este programa fue un componente clave en la estabilización social y económica del país, y sentó las bases para futuros esquemas de asistencia.

Los gobiernos de los Kirchner y la expansión de la asistencia social

Con la llegada de Néstor Kirchner y luego de Cristina Fernández de Kirchner, la asistencia social se amplió significativamente. Programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Progresar se convirtieron en pilares de la política social, beneficiando a millones de argentinos.

Para 2015, la AUH alcanzaba a más de 3.5 millones de niños y jóvenes, promoviendo la inclusión social y educativa.

Estos programas no solo proporcionaron alivio económico inmediato, sino que también fomentaron el acceso a la educación y la salud, contribuyendo a la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Macri y Fernández: continuidad y desafíos

Durante el gobierno de Mauricio Macri, la asistencia social se mantuvo aunque con ajustes en su alcance y administración.

Sin embargo, la crisis económica y el endeudamiento llevaron a un aumento en la pobreza, lo que obligó a su sucesor, Alberto Fernández, a reforzar y expandir los programas de asistencia.

La pandemia de COVID-19 exacerbó estas necesidades, y el gobierno implementó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que brindó apoyo a más de 9 millones de personas afectadas por la crisis sanitaria y económica.

En 2024, se estima que alrededor de 13 millones de personas reciben algún tipo de asistencia social en el país, una cifra que refleja tanto la gravedad de la situación económica como el esfuerzo por mantener una red de protección social amplia.

El crecimiento de la asistencia y el desafío futuro con Javier Milei

Actualmente, la asistencia social en Argentina ha alcanzado niveles sin precedentes, atendiendo a una gran parte de la población en un contexto de recesión económica y alta inflación.

Con la llegada de Javier Milei al poder y su agenda de ajuste económico ortodoxo y neoliberal, la necesidad de mantener y ampliar estos programas se vuelve aún más crucial.
Milei propone una reducción significativa del gasto público, lo que podría poner en riesgo los programas de asistencia que han sido fundamentales para la estabilidad social.

Reflexión final

La historia de la asistencia social en Argentina muestra que estos programas han sido esenciales para enfrentar las recurrentes crisis económicas y sociales del país.

La experiencia demuestra que en momentos de ajuste y recesión, la red de protección social no solo debe mantenerse, sino ampliarse para proteger a los más vulnerables y evitar un deterioro aún mayor de la situación socioeconómica.

En 2024, será crucial que el gobierno y la sociedad civil trabajen juntos para asegurar que la asistencia llegue a quienes más lo necesitan, mitigando así los efectos de las políticas de ajuste y promoviendo un desarrollo más equitativo y sostenible.

Fuentes:
– INDEC: Informes sobre pobreza y programas sociales
– CEPAL: Evaluaciones de políticas sociales en Argentina
– Ministerio de Desarrollo Social de la Nación: Informes y estadísticas de programas asistenciales
– Artículos periodísticos y análisis económicos sobre las políticas de ajuste y asistencia social en Argentina

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