En estos momentos no llegan ni al 30% del sembradío de tomate en la Zona Norte en comparación a lo que se hacía ocho años atrás. “Antes llegábamos a 120 hectáreas de tomate y sacábamos 400.000 cajones” con la Asociación de Pequeños Productores Tomateros de Paraíso, Palma Sola y San Juan, aseguró Luis Rolando Galeano
La producción tomatera provincial, centrada en la cuenca de la Zona Norte, se
encuentra en crisis producto de “la falta de comercialización, el bajo precio de
venta y la escasa asistencia del Gobierno provincial” al sector. Así lo marcó
Luis Rolando Galeano, actual tesorero de la Asociación de Pequeños
Productores Tomateros de las colonias Paraíso, Palma Sola y San Juan
Durante la entrevista, el tomatero marcó que la situación climática hoy no
afecta “tanto” a la producción como ocurrió en años anteriores, debido a que
“antes, para esta fecha ya hubo heladas y nos apuraba la sequía ya que no
contamos con riego artificial, sino sólo el de lluvia, pero por suerte hubo unas
lloviznas que amortiguaron la falta de agua en la producción tomatera”.
Si bien lo descripto es un punto positivo, Galeano lamentó que “lo que nos
está afectando, y mucho, es la falta de comercialización y el precio de venta
que no es acorde a la inflación, a los costos de los insumos y alimentos,
porque somos pequeñas familias, y lo que hacemos es para mantener la casa,
y lo restante, para ver si se mejora algo la producción como cada año
marcamos, pero en estos momentos no hay venta, no hay compradores de
tomate”.
Durante la entrevista con este matutino, recalcó que son 240 las familias
productoras de tomate que se encuentran dentro del programa del MPyA, los
que “sólo somos asistidos con la preparación del suelo y la entrega de
semillas. Insumos como fertilizantes, insecticidas y fungicidas no recibimos,
aunque eso fue lo acordado con la provincia ocho años atrás cuando nació la
Asociación de Pequeños Tomateros”. “Necesitamos los fertilizantes que
desarrollan la planta y al final de la campaña que se aplica el potasio para que
la fructificación sea la correcta, con el calibre correcto, para competir con
Salta, Jujuy y Mendoza pero hace varios años que no se da”, insistió. “Hace
más de tres años que eso no se cumple. Sólo nos brindan la preparación de
suelo y entrega de semillas, y el resto queda a cargo del productor, pero
como la gran mayoría somos pequeños, no contamos con los recursos
necesarios para comprar esos insumos que están en dólares”, indicó Galeano
para ejemplificar que “la urea y el potasio, que son fertilizantes de base, se
encuentran dolarizados y resultan prácticamente imposibles de comprar.
Encima, no hay stock en la zona. Una bolsa de 50 kilos de urea, la última vez
que compramos, costaba 15.000, pero una sola no alcanza. Lo ideal es que se
fertilice tres veces el tomate para que sea óptimo, de buen calibre, sabor y
que sea atractivo para el consumidor//lamañana