El presidente de la Cámara Electoral reconoció que hay preocupación por el ausentismo. Advirtió que en Buenos Aires y CABA la elección y el escrutinio “van a demorarse más” por la proliferación de precandidatos. Por eso, aconsejó ir más temprano. Y habló de “la viveza criolla” con las boletas.
A exactos siete días de las PASO, el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía, advierte que se avecinan unas elecciones distintas y complejas, motivo de la gran cantidad de boletas que harán difícil el escrutinio, pero también por un clima de violencia y desencanto que fogonea los discursos de la antipolítica y empuja a los ciudadanos a desinteresarse. “Hay que despertar conciencias”, transmitió el magistrado en su despacho, mientras pide que la gente vaya a votar y recuerda que las multas y sanciones continúan vigentes.
Reconoce que el ausentismo preocupa, pero enseguida aclara: “Mi apelación a que la gente vote no es represiva, es participativa. Si no van a votar, otros van a resolver por ustedes. Es importante destacar que tenemos el poder en la mano, algo que no tienen muchos países. Disfrutamos los derechos que una sociedad democrática nos da y, a veces, no queremos cumplir las obligaciones, cuando son dos caras de una misma moneda. Tenemos que crear conciencia sobre eso”.
Alberto Dalla Vía integra la Cámara Nacional Electoral hace más de 20 años y atravesó los vaivenes de más de la mitad del tiempo que lleva la democracia. En la charla, mencionó a Carlos Nino, el mítico cerebro jurídico que tuvo Raúl Alfonsín, que prohijó a un grupo de jóvenes abogados que después brillaron en la academia, y el ámbito público y privado del derecho. En ese sentido, recordó que las multas, aunque módicas, siguen vigentes, como así también sanciones quizás más coercitivas, como tener complicaciones para sacar el pasaporte o renovar documentación.
ELECCIÓN PECULIAR Y DEMORA DEL ESCRUTINIO
Asimismo se refirió sobre la complejidad que tendrá el escrutinio, debido a la “proliferación” de precandidaturas, teniendo en cuenta que sólo en la categoría de presidentes hay 27. Y en senadores, diputados, gobernadores e intendentes pueden haber hasta más de 60. La preocupación está en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal: por la acumulación irracional de boletas en los cuartos oscuros, en el primer caso; y por la elección concurrente, con dos sistemas distintos para presidente y para jefe de gobierno, en el segundo.
“La elección va a durar más y los resultados también van a demorarse más. Es bueno que lo digan a los ciudadanos, porque cuando empiecen a llegar los resultados -cuando esté escrutado entre el 20 y el 30% del padrón- se van a ver mayoritariamente resultados del interior”, afirmó Dalla Vía. Y explicó que en las mesas bonaerenses, además de la complicación para encontrar las boletas -que va a retrasar el tiempo de votación- también se dificultará, después, el recuento.
El epicentro de la complicación de las PASO del domingo que viene será en los dos distritos que concentran el 44% del padrón electoral. Son más de 15 millones de votos, sobre un total de 35 millones. Por eso transmitió un consejo más que pertinente: “Vayan a la mañana o al mediodía. No voten a último momento”.
“En Provincia de Buenos Aires se vota presidente y vicepresidente, parlamentarios del Mercosur orden nacional, legisladores nacionales, parlamentarios del Mercosur orden local, gobernador, legisladores provinciales y autoridades municipales, que implica intendentes, concejales y consejeros escolares. La boleta va a ser larga, más de 90 centímetros, pero además van a haber muchas boletas, porque hay muchos partidos, que presentan muchas listas internas. Va a haber muchas listas de presidentes, más de 20 a 25, de senadores, como 60; va a haber de gobernadores, de diputados va a haber unas 50 y pico también; unas 50 y pico también de parlamentarios del Mercosur. Van a tener que contar todo eso y mandar el telegrama que va a tener tres hojas”, recordó en nota con Infobae.
“SALIR VOTANDO”
“Hay mucha confrontación y mucha agresión desde el discurso. Algunos llaman a eso la grieta, y nos da la sensación de que los ciudadanos están en el medio. Argentina tiene un potencial para salir adelante, con un diálogo racional, no puede ser la imposición de un sector sobre otro. Cada vez que tuvimos problemas salimos votando: lo hicimos en el 83, en el 2001, y ahora también”, aventuró.