El humorista fue trasladado a la Penitenciaría de Mendoza. Está acusado de violencia de género y abuso sexual.
El juez Federico Martínez revocó la prisión domiciliaria que beneficiaba al humorista Juan «Cacho» Garay, quien fue trasladado a la Penitenciaría de Mendoza por la causa de violencia de género y abuso sexual en la que se encuentra imputado, informaron fuentes judiciales.
Verónica Macías impulsó una causa contra Garay por violencia de género y entonces el primer fiscal de la causa, Daniel Carniello, lo imputó por los delitos de amenazas agravadas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra su cónyuge y tenencia de armas de fuego de uso civil.
Sin embargo, el representante del Ministerio Público Fiscal había beneficiado al humorista con prisión domiciliaria mientras se desarrollara el proceso en su contra y venía cumpliendo el arresto, desde mediados del último mes de abril, en la casa de su hermana, en la localidad de Coquimbito, en el departamento de Maipú.
En mayo, la ex pareja de Garay recibió una llamada telefónica y durante la misma sólo se escuchó sonido ambiente, por lo que se interpretó la situación como un amedrentamiento hacia la mujer y tras la denuncia de la querella, se comprobó que la comunicación se realizó desde la casa de la hermana del comediante.
Desde la fiscalía entendieron que por esa acción Garay violó la prohibición de acercamiento que le impuso la Justicia y lo imputó por desobediencia.
Ahora, la fiscal Mónica Fernández Poblet ordenó que se le quite al comediante el beneficio de la prisión domiciliaria y que continúe detenido en un penal.
El juez Martínez, tras rechazar las tres nulidades planteadas por las defensas de Cacho Garay y de Sandra Astudillo (la otra imputada en la causa) para apartar a la fiscal Fernández Poblet de la investigación, dictaminó el traslado del humorista a la cárcel, mientras la mujer continuará con prisión domiciliaria.