La medida establecida por el presidente Lula da Silva generó un ingreso total de 4.100 millones de reales, lo que equivale a unos 830 millones de dólares estadounidenses, representando un sustancial crecimiento real del 24,41%. Este aumento en la recaudación se atribuye en parte al incremento del 7,2% en la masa salarial del país carioca.
El gobierno brasileño liderado por el presidente Lula da Silva ha cosechado resultados notables con la implementación de un impuesto sobre los fondos de inversión de los sectores más acaudalados del país.
Según lo informado por la Receita Federal, el órgano recaudador de impuestos dependiente del Ministerio de Hacienda, la recaudación tributaria en enero ha alcanzado un récord histórico, con un impresionante aumento del 6,67% interanual. Este incremento en la recaudación se considera esencial para la consecución del objetivo de déficit cero para el año 2024, delineado por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, en el marco del nuevo panorama fiscal que ha reemplazado al anterior techo del gasto público que rigió desde 2016 hasta el año pasado.
La medida implementada ha generado un ingreso total de 4.100 millones de reales, lo que equivale a unos 830 millones de dólares estadounidenses, representando un sustancial crecimiento real del 24,41%. Según el comunicado oficial, este aumento en la recaudación se atribuye en parte al incremento del 7,2% en la masa salarial, lo que ha redundado en mayores ingresos por aportes previsionales y laborales.
Este éxito en la recaudación fiscal proporciona un claro contrapunto a las corrientes de pensamiento que abogan por la liberalización económica total, como las promovidas por el economista argentino Javier Milei. En lugar de ello, el gobierno brasileño ha optado por una política fiscal progresista que apunta a gravar los sectores más privilegiados para garantizar la estabilidad financiera y la equidad social en el país.