Aseguran que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) llevará a cabo otra metodología para medir la inflación. La cuestión es compleja dado que los datos tomados como referencia son los vinculados con la canasta básica de hace seis años en donde «vivienda y servicios público» representaban solamente el 14 por ciento de la misma.
Se estima un cambio en la metodología para medir la inflación, utilizando una nueva Canasta Básica de Consumo que data del año 2018. Esta canasta, que refleja los hábitos de consumo de ese período, asigna aproximadamente el 23 por ciento del gasto a alimentos y bebidas.
De acuerdo a A24, el dato que generará controversia está relacionado con el rubro de vivienda y servicios públicos, que representa el 14 por ciento en esa misma canasta. Este cambio en la ponderación de los componentes de la canasta podría tener un impacto significativo en los índices de inflación reportados, generando debate sobre su fiabilidad y representatividad.
Es importante destacar que la elección de una canasta de consumo específica y la ponderación de sus componentes pueden influir en la percepción pública sobre la inflación y en las políticas económicas que se derivan de ella. Por lo tanto, este nuevo enfoque en la medición de la inflación podría tener implicaciones importantes en el análisis económico y en las decisiones de política gubernamental.
Días atrás, el INDEC informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero fue de un 13,2 por ciento. Por lo que cerró el primer bimestre del año en un 36,6 por ciento. Cabe señalar que el aumento interanual fue de 276,2 por ciento y una familia tipo de cuatro integrantes necesitó 690.901,57 pesos para no ser pobre.