Se debe al aporte de nutrientes, polifenoles y fitoquímicos. La investigación científica, que se se realizó entre 2013 y 2020, estudió la leche de 279 mujeres que transitaban los primeros seis meses posparto.
Del total de 18 polifenoles detectados en las infusiones de yerba, todos beneficiosos para la salud, 15 fueron ácidos hidroxicinámicos que en su mayoría son sustancias antioxidantes, además de tres flavonoides, que son pigmentos procedentes de los vegetales y que “protegen al organismo de agentes oxidantes, además de actuar como antiinflamatorios naturales”, destacó el estudio.
Con respecto a los macronutrientes lácteos, las proteínas, la glucosa, los triglicéridos y el colesterol “no fueron afectados por el consumo de mate. Del mismo modo, su ingesta no mostró inducción de estrés oxidativo en la leche humana”.
A partir de los datos arrojados por el estudio científico, el equipo de investigación promueve la ingesta de infusiones de yerba mate durante la lactancia materna.
Por otro lado, se destacó como dato alentador que ciertos agentes oxidantes (anión superóxido, los hidroperóxidos, los lipoperóxidos y los nitritos), cuya presencia ya fue establecida en la leche humana en diversas investigaciones previas “no sufrieron alteraciones por la ingesta de mate”.
“Esto es relevante para la salud materno-infantil, dado que esos agentes oxidantes pueden dañar la glándula mamaria, los compuestos de la leche y también a la niña o niño recién nacido, en especial al prematuro, que es más susceptible a sufrir estrés oxidativo”, apuntó Cortez.
A partir de los datos arrojados por el estudio científico, el equipo de investigación promueve la ingesta de infusiones de yerba mate durante la lactancia materna, porque considerar que “no compromete la composición de la leche humana en sus aspectos nutricionales, defensivos y enzimáticos, y resulta potencialmente útil como una fuente relevante de polifenoles bioactivos”.