La situación del transporte urbano en Clorinda es verdaderamente caótica, favorecida por la falta de regulaciones en la materia, dónde son los mismos propietarios de las empresas las que terminan fijando el precio boleto.
Así, por ejemplo, una mujer vivió una situación muy particular, ya que viajó desde un barrio hasta la zona céntrica abonando 70 pesos, pero al regresar el colectivero lo cobró 100 pesos.
En Clorinda existen tres empresas que brindan el servicio, y son sus propios dueños lo que establecen los valores a cobrar, sin intervención alguna ni del Municipio ni del Concejo Deliberante.
El informe realizado por Sergio Cabrera, corresponsal de Radio La Mira en la segunda ciudad, refirió que “las unidades usadas son por lo menos modelos de los años 70, bien arregladas y pintadas, pero que posiblemente un superarían los controles y reglamentaciones vigentes para ser utilizados en el transporte público”.
Esta situación también se da en los taxis y remises, donde son los propietarios los que fijan sus propias condiciones.