Verónica Lezcano, propietaria de un centro de estética, cuenta los avatares que sufrió durante la cuarentena y agradeció el acompañamiento de sus clientes en estos tiempos difíciles, donde también se hizo un tiempo para brindar asistencia a personas de escasos recursos durante casi cinco meses.
Con respecto a su negocio, cuenta Verónica que “es bastante abarcativo, ya que si bien hacemos estética, también ofrecemos salud y armonía, donde además de ponerse bella, un poquito de paz, un poquito de más energía, un poquito de salud, y sobre todo encontrar ese lugar en el mundo donde te dediques solamente a vos”.
Con respecto al accionar solidario, contó Verónica que “fuimos a vivir al barrio San Antonio, y de pronto nos encontramos con mucha gente que no pedía trabajo de cualquier cosa y pasaba muchas necesidades. Ante ello decidimos con mi esposo comenzar a brindar un plato de comida todos los domingos a un grupo de unas treinta personas, que luego fue creciendo y con la ayuda de muchos amigos alcanzamos a asistir a más de cien personas”.
