La política es un terreno donde los cambios imprevistos pueden tener un impacto significativo. Estos eventos, a menudo denominados ‘cisnes negros’, son difíciles de anticipar y pueden modificar drásticamente el humor social, lo que a su vez puede afectar la carrera de un candidato presidencial. En Argentina, un ejemplo reciente de esta volatilidad política fue la escasez de combustible que afectó a nivel nacional, una situación que había sido una constante en la provincia de Formosa.
Las cuatro principales petroleras de Argentina atribuyeron esta escasez a tres factores concurrentes: la campaña electoral reciente, el flujo de dinero por un fin de semana largo y el inicio de la temporada de siembra. Sin embargo, el interrogante que se plantea es por qué la Secretaría de Energía no previó una mayor demanda y por qué las petroleras no alertaron al respecto. Estas interrogantes exponen una falta de previsión y comunicación, lo que, a su vez, provocó un creciente enojo entre la población.
Este tipo de eventos inesperados, además, puede hacer que los ciudadanos se sientan traicionados, llevándolos a cuestionar sus valores e intereses. La frustración causada por problemas en el suministro de servicios básicos puede llevar a una percepción negativa del gobierno en turno y, en última instancia, afectar el apoyo a los candidatos presidenciales.
Un segundo ejemplo, aparentemente menor pero igualmente significativo, es el sistema de pago de haberes a jubilados provinciales. En Formosa, el Banco de Formosa, una entidad estatal-privada, controla las cuentas sueldo de los trabajadores provinciales activos y pasivos. Y sin ese manejo, la existencia misma de ese banco no se justifica.
La falta de eficiencia en este proceso, junto con los magros salarios provinciales, contribuye a una creciente frustración entre los jubilados, que se ven enfrentados a largas esperas y tratos despectivos por parte de los empleados de una empresa de seguridad privada, algunos de los cuales son ex miembros de la Policía Provincial.
Si estos problemas persisten sin corrección, es probable que tengan un impacto en las urnas. Los ciudadanos pueden sentirse impulsados a expresar su descontento a través del voto, en busca de un cambio que aborde estas cuestiones. La capacidad de respuesta del gobierno y las instituciones a estos ‘cisnes negros’ inesperados se convierte en un factor crítico para mantener la confianza pública y el funcionamiento efectivo de la democracia.
En conclusión, la política está llena de sorpresas, y los ‘cisnes negros’ pueden cambiar rápidamente el panorama electoral. La habilidad de los candidatos presidenciales y sus respectivos equipos para adaptarse a estas circunstancias imprevisibles será crucial en su búsqueda de la victoria en las urnas .* Raul Ayala
