Marisa, propietaria del tradicional negocio Sin Competencia aseguró que la ayuda económica anunciada por el gobierno “no sirve, porque esos 500 mil pesos apenas alcanzan para tapar el agujero de un mes, tendrían que haber dado un monto mayor”.
“Es una situación muy difícil, si bien hablo por mí ahora, creo que todos los comerciantes están en la misma situación, ya que estamos viviendo de prestado, esa es la realidad, porque tener un negocio no significa que tengas dinero porque siempre es de los proveedores, no nuestro”.
La comerciante dijo que “el delivery no funciona, no cubre los cheques que teníamos pactado con los proveedores, ni los alquileres, ningún gasto, no cubre nada y es apenas un 5 ó 10 por ciento de las ventas”.
“Realmente estamos agonizando, aguantando, porque la mayoría vive exclusivamente de su comercio, no tenemos un sueldo, no tenemos un subsidio, no tenemos absolutamente nada, es realmente desesperante”.
Aseguró que “es un estrés muy grande lo que estamos pasando. Hay gente con mucha trayectoria con problemas psicológicos de depresión muy graves y eso que el comerciante está acostumbrado a pilotearla, porque lo veníamos haciendo desde hace muchos años pero esto realmente es insostenible”.
Dejó en claro que no es solo el hecho de abrir, “sino la restricción de la circulación, porque si la gente no puede venir, no sirve de nada que me dejar abrir”.
Insistió Maris que “la situación es desesperante, pedimos préstamos para pagar préstamos, y los pequeños ahorros que quedaron de diciembre, que es cuando el comerciante vende más ya no están, ya no hay espalda, vamos transcurriendo el segundo año”.
Fue contundente al sostener que la ayuda económica anunciada por el gobierno “no sirvió para nada, a mí me permitió tapar un agujero que tenía de marzo, tendrían que haber dado un monto mucho mayor, para un comerciante esos préstamos no sirven, los 500 mil pesos nos tapan un agujero de un mes pero ya veníamos con el arrastre, es una agonía completa esto”.