Roxana Morel, propietaria de local Santa Salta, dedicado al rubro gastronómico, dijo que “estamos en una situación más complicada que el año pasado por las restricciones que están vigentes” y se mostró muy pesimista sobre el futuro cercano, pronosticando que “habrá nuevos cierres de comercios”.
Recordó que el año pasado “durante ocho meses Formosa estuvo cerrada y el sector gastronómico solo pudo vender a través del delivery, lo que significó nada más que el 15 por ciento de las ventas habituales que solíamos tener, en este lapso varios colegas tuvieron que cerrar porque no le dieron los costos”.
Dijo que “la reapertura primero los viernes sábados y domingos nos dio un pequeño respiro, pero las restricciones primero hasta las 23 y ahora hasta las 19 horas vuelve a poner los números en rojo, ya sin resto, ya sin nada”.
Morel sostuvo que más allá de una ayuda, “lo que queremos es un diálogo con el gobierno provincial que hoy no existe, y seguimos a la espera de ver qué pasa”.
La empresaria admitió que “el formoseño no está acostumbrado a ir a los bares y restaurantes en horas del mediodía” y recordó que “el primero de abril trasladé mi negocio a un nuevo local apostando por el mayor flujo de clientes que podía tener pero con esta restricción y esperar que la gente salga a almorzar es imposible sostener un negocio”.
Roxana Morel fue muy pesimista sobre el futuro cercano y no dio más de una semana para que se produzcan nuevos cierres en el sector gastronómico, incluso ella misma “porque no se factura, y si no se factura no podés pagar y yo tengo ocho empleados, más el alquiler, los impuestos”.
Consideró en este sentido que “una buena ayuda hubiera sido una reducción de por lo menos el 50 por ciento de los impuestos, nosotros no pagamos la energía eléctrica y nos cortan y así con todos los impuestos que tenemos que seguir pagándolos, excepto los de la Municipalidad que nos dio una ayuda”.
