Para Beto Aranda, Insfrán nunca quiso el diálogo con la oposición

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El doctor Roberto Benito Aranda, exlegislador Provincial, exconvencional Constituyente, músico, investigador y escritor mantuvo una extensa charla con el periodista Mirko Garrido en el programa “La Mira-Segunda Edición”, en la cual analizó diversos aspectos de la realidad que hoy nos toca vivir y estas son sus principales definiciones:

 

“Me alejé de la política porque son etapas que uno va cumpliendo en la vida. Yo milité muchos años, desde la época universitaria con Franja Morada y acá en Formosa milité 28 años en forma ininterrumpida, estando siempre al frente de batallas en elecciones, internas, generales, internitas”.

 

“He tenido muchas decepciones en la política, así como algunas satisfacciones también, pero cuando los años pasan a uno se le van yendo las ganas de participar, de ser principal protagonista”.

 

“Quería darme un espacio para mi otra gran pasión que es la cultura, la música, ya llevo escrito cinco libros, que lo quería hacer, era una deuda pendiente para mí”.

 

“Creo que es el momento adecuado para hacer un parate y hacer un análisis de todo lo que ha pasado en estos cuarenta años de democracia y cuál ha sido el protagonismo que hemos tenido nosotros como generación militante de la década del 80”.

 

“Creo que estamos en deuda con la sociedad, yo no estoy satisfecho para nada de lo que ha protagonizado mi generación en la política”.

 

“Somos los responsables de la degradación de la política como actividad humana, fundamental, importante en democracia”.

 

“Es un error gravísimo ya que es lo que en definitiva la da un perfil, una impronta a una sociedad, porque todo se maneja a través de la política, y ahí está nuestra falla: no hemos estado a la altura de las circunstancias en muchas cosas”.

 

“Hoy vemos que ya vienen otras generaciones que nos están pisando los talones, que tienen su propio pensamiento, sus propias ideas y que están reclamando la entrega de la posta”.

 

“No ha habido formación de cuadros políticos, en ninguno de los partidos, todo ha sido por una cuestión circunstancial, o ha sido por voluntad pura y exclusiva de algunos militantes pero no ha habido una escuela de formación política”.

 

“La mercantilización es lo peor que le puede pasar a la política”.

 

“Nosotros aprendimos a militar en la adversidad. Eramos idealistas, líricos, pensábamos en la política, soñábamos con recuperar la democracia y queríamos ser partícipes de eso, soñábamos con una sociedad diferente, con una democracia fuerte, representativa y una dirigencia política capaz y que no se convierta la política en una mercancía como fue después”.

 

“Lamentablemente hubo desvíos, una desnaturalización de lo que tendría que ser la política y la democracia, porque la política está íntimamente ligada con lo que es la democracia, una mala política obviamente genera una mala democracia”.

 

“Los argentinos no alcanzamos a encontrar el rumbo, el camino, me parece que hay una negación a revalorizar el diálogo, la palabra, los entendimientos, las políticas de Estado”.

 

“Acá el que llega destruye todo lo que hizo el anterior, se destruye ex profeso para que no quede ningún recuerdo para que en algún momento pueda volver a ganar las elecciones”.

 

“Me parece que hay una idea de la eternización en los cargos, en la política, en gobernar”.

 

“El poder es terrible, es una cosa realmente inmanejable, y parece ser que el ser humano sueña con el poder y cuando accede a él es muy difícil que en algún momento diga ´bueno hasta aquí llegué, me voy a dedicar a otra cosa”.

 

“El encuentro entre Gildo Insfrán y Naidenoff no me genera ninguna credibilidad, ninguna confianza, pero no deja de ser una señal, habría que seguir mirando, observando hacia donde apuntó todo eso”.

 

“El actual gobernador nunca ha querido tener un diálogo serio, respetable con la oposición, es más hemos sido ignorados siempre, en la Cámara de Diputados al no tratarse nuestros proyectos, hay una discriminación hacia la oposición que la sufrimos todos” y a larga eso genera un descrédito y también desconfianza en la gente”.

 

“La clase política en general está teniendo un gran descrédito en la sociedad y eso es producto de las incoherencias y de todas las cosas que se han hecho mal”.

 

“A la sociedad le cuesta encontrar políticos con acciones que vayan en favor de la gente y parece que todos actúan con interés personal, o meramente sectorial, o amiguismo”.

 

“Para que exista un diálogo entre oficialismo y oposición tiene que haber un diálogo serio, responsable, con propuestas y no solamente para la foto sino que después tiene que continuar en los hechos”.