Por Osvaldo Zárate
El 20 de Marzo del 2020 el Concejo COVID 19 anunciaba la primera imposición de la fase 1. Ello obligaba a la suspensión de toda actividad de cualquier índole y el aislamiento de todos los formoseños, comenzando así la historia de la muerte del comercio local.
Pocos días después (el 24 de abril) comienza la persecución y la cacería de la llamada SUBSECRETARIA DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR, con Edgar Pérez y sus sabuesas clausurando comercios, decomisando mercaderías y dando inicio al aniquilamiento de toda actividad privada.
Como dato, basta recordar que, sólo en abril 2020 se inspeccionaron 422 comercios, se labraron 564 «actas de infraccion», se decomisaron123 toneladas de mercaderia y se clausuraron 53 comercios, solo en un mes, mencionando que el récord se produjo unos días después, el 3 de mayo con 16 comercios cerrados en la misma mañana.
La insensatez, la sinrazón y el desquicio pueden verse con el simple dato de que al 25 de diciembre del 2020 TODA LA PROVINCIA DE FORMOSA solo tenía 26 casos activos de coronavirus. A pesar de ello desde aquel nefasto 20 de marzo las zonas comerciales se convertían poco a poco en la imagen de la desolación y la tristeza.
Los comerciantes de Formosa se FUNDIERON en ESE año, el 2020, cuando podían tener sus locales abiertos con los protocolos sanitarios que se les indicaran.
Las marchas que, según el gobierno, produjeron contagios y muertes, no se hubieran producido si se permitía trabajar con los cuidados debidos. En lugar de ello, el Gobierno Provincial prefirió cerrar las puertas del diálogo y apostar a la muerte de los emprendedores.
El caso de Clorinda merece ser mencionado de la misma manera: al 26 de diciembre del 2020 solo tenía 2 casos activos y también fue condenada a la lenta agonía del encierro que dura hasta hoy.
En la Argentina, las demás Provincias están al lado del sector privado, a nadie se le ocurre fomentar políticas de destrucción hacia sus PYMES.
Aquí en el reino del revés el objetivo parece ser FUNDIR a emprendedores, comerciantes, cuentapropistas y gastronómicos.
El Estado benefactor y limosnero quiere borrar a quien no esté dispuesto a «comer de sus manos». En estos meses generaron pobreza, miseria y muchos sueños sepultados.
Es tarde para casi todo, pero aún se puede gestionar sobre la base del diálogo, hay miles de formoseños que se levantan cada mañana para generar riqueza, de lo contrario vamos a hundirnos y no vamos a poder salir.
Hay que gestionar la pandemia, desde la prohibición y el apriete no se puede salir adelante…. diálogo, consenso, cumpliendo la Constitución y las leyes se puede avanzar, de lo contrario podemos estar peor.