El presidente de Chile, Gabriel Boric, sentó diferencias con Javier Milei y bregó por «demostrarle a la mayoría de la población que cuando gobierna el progresismo mejora su calidad de vida».
Después de dos años al mando en Chile, el presidente Boric reflexionó sobre su gestión, los desafíos enfrentados y las lecciones aprendidas en una entrevista reciente. En un tono sereno pero reflexivo, el mandatario reconoce la complejidad inherente a su cargo y la necesidad de adaptarse constantemente a las circunstancias cambiantes.
En una entrevista a El País, Boric destacó la importancia de enfrentar las dificultades con determinación y optimismo, dejando de lado cualquier sentido de victimización. Reconoció además que su coalición gubernamental, formada en segunda vuelta electoral, ha enfrentado obstáculos para consolidar una cultura de trabajo conjunto, un desafío que está en proceso de superación.
Al abordar el fenómeno de la ultraderecha, Boric reconoció su presencia en la política chilena, personificada en partidos como el Partido Republicano. Sin embargo, rechazó una estrategia puramente discursiva para enfrentarla, argumentando que la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos es fundamental para fortalecer la democracia y contrarrestar las tendencias extremistas. Es decir no teme que se genere un fenomeno de ultraderecha como el de Javier Milei en Argentina, porque de hecho, la polarización en Chile es eventente.
Ante la pregunta ¿Qué piensa de Milei y del presidente de El Salvador, Nayib Bukele?, contestó: «No voy a hacer referencias personales. Claramente tenemos proyectos distintos, pero las evaluaciones le corresponden a los pueblos que ellos representan».
E insistió en que quiere «demostrarle a la mayoría de la población que cuando gobierna el progresismo mejora su calidad de vida en torno a principios que son muy distintos a los que sostiene el presidente Milei en Argentina o Bolsonaro en Brasil, Trump en Estados Unidos, Viktor Orban en Hungría o, acá en Chile, José Antonio Kast y los sectores de la derecha influenciados por ese tipo de liderazgo».
Hay un parrafo interesante para leer. El periodista de El País pregunta: «¿Teme que en las próximas elecciones presidenciales pueda darse aquí un fenómeno de ultraderecha como el de Javier Milei en Argentina?»
Boric contesta: «Ese fenómeno ya existe aquí y ha incidido en las posiciones de la derecha tradicional: es lo que representa el Partido Republicano chileno. No es algo nuevo, de hecho. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2022 la ganamos contra un candidato ultraconservador que representa y se siente parte de ese mundo de Santiago Abascal, Javier Milei, Donald Trump, Jair Bolsonaro… Pero la manera de combatirlo no es solo discursiva. La democracia tiene que cumplir; y en la medida en que mejoremos la calidad de vida de las personas, estaremos avanzando en esa dirección. Así es como hay que enfrentarse a la ultraderecha. Nosotros hemos reducido la pobreza, disminuido la desigualdad, mejorado resultados en la educación pública, aumentado el salario mínimo, avanzado en la calidad de vida con la ley de conciliación laboral o la reducción de la jornada a 40 horas… Y hay desafíos que están en desarrollo, como la seguridad, que es la principal prioridad de los chilenos y donde estamos trabajando de manera muy fuerte»…
En este sentido, Boric Destacó sus los logros de su gobierno en la reducción de la pobreza, la disminución de la desigualdad y los avances en áreas como la educación y el salario mínimo como prueba de su compromiso con mejorar la calidad de vida de los chilenos.